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El mañana importa
Bondalti es una empresa con visión de futuro, con capacidad y voluntad para ser parte de la solución y seguir generando un impacto positivo en la sociedad a través de sus productos, soluciones y procesos. Una línea conductora que encuentra expresión plena en su firma «Tomorrow Matters».
Pensar en el mañana es un atributo que se remonta a los orígenes de la empresa y que aún hoy sustenta su propósito corporativo: «Contribuir a un mundo mejor creando una química innovadora y sostenible».
Bondalti se basa en la sostenibilidad y en los tres pilares que la componen (económico, medioambiental y social) a través de la circularidad, la eficiencia de los procesos, la fuerza de las asociaciones y la actuación responsable, conceptos ineludibles en una empresa decidida por el crecimiento sostenible, que promueve orgánicamente y con quienes la rodean.
En el plano medioambiental, la coexistencia entre las personas y el planeta plantea hoy nuevos y exigentes desafíos. Frenar el cambio climático, causado principalmente por una profunda dependencia de los combustibles fósiles, exige un paso decisivo: la descarbonización de la economía.
Los objetivos que ha fijado para la transición energética reflejan, una vez más, su ambición y su contribución a un mundo mejor: alcanzar la neutralidad carbónica en 2030 y la neutralidad climática en 2050. Porque el mañana importa.
Bondalti se basa en la sostenibilidad y en los tres pilares que la componen (económico, medioambiental y social) a través de la circularidad, la eficiencia de los procesos, la fuerza de las asociaciones y la actuación responsable, conceptos ineludibles en una empresa decidida por el crecimiento sostenible, que promueve orgánicamente y con quienes la rodean.
En el plano medioambiental, la coexistencia entre las personas y el planeta plantea hoy nuevos y exigentes desafíos. Frenar el cambio climático, causado principalmente por una profunda dependencia de los combustibles fósiles, exige un paso decisivo: la descarbonización de la economía.
Los objetivos que ha fijado para la transición energética reflejan, una vez más, su ambición y su contribución a un mundo mejor: alcanzar la neutralidad carbónica en 2030 y la neutralidad climática en 2050. Porque el mañana importa.